La idea básica de un Exchange Traded Fund (ETF) es la diversificación rentable de la inversión subyacente. Esto también es importante para construir una cartera exitosa a largo plazo. Sin embargo, el universo de inversión de ETF es enorme y no todos los ETF son igualmente adecuados para crear su propia cartera. Por lo tanto, para asignar de manera óptima su cartera, es esencial una selección de diferentes ETF.
Pero ¿Qué debe tener en cuenta al elegir un ETF como este? Para responder a esta pregunta, primero debe pensar en sus objetivos personales y preferencias para su inversión.
¿Qué rendimiento espera durante qué período de tiempo, qué riesgo desea asumir y, en general, sigue los enfoques de inversión éticos o morales que desea implementar en su cartera? Todas estas son preguntas que primero debe aclarar. Después de eso, podemos comenzar con la selección de ETF. Este artículo le brindará varios aspectos para ayudarlo a identificar su próximo ETF favorito.
La composición del ETF
El primer factor importante es la composición del ETF. En términos concretos, esto significa: ¿Cuántas acciones contiene un ETF, qué acciones son y cómo se ponderan dentro del ETF? A menudo, basta con echar un vistazo más de cerca a las diez acciones con mayor ponderación en el ETF, en caso de que constituyan la mayoría del ETF.
Este conocimiento conduce directamente a otro aspecto importante. Debido a que un ETF no debe contener demasiados títulos diferentes en general, después de todo, debe participar en el rendimiento de los valores individuales.
Si el ETF asigna un índice que es demasiado grande, muchos valores solo se incluirán en el ETF con una proporción muy pequeña, por lo que su rendimiento es casi irrelevante para el rendimiento de su propia cartera. Por lo tanto, puede tener sentido integrar varios ETF seleccionados en su cartera en lugar de unos pocos tratando de mapear todo el mercado en un solo ETF.
Volumen de un ETF
El volumen de un ETF le indica cuántos activos se gestionan a través del ETF. Es una métrica crucial cuando se trata de la comerciabilidad del ETF. Cuanto mayor sea el volumen del ETF, más líquido es. Un volumen mayor tiene dos ventajas en particular. Por un lado, la buena negociabilidad del ETF se traduce en menores costos de transacción, en este caso, el precio de compra y venta de un ETF están muy cerca.
Los costos generales también se pueden mantener bajos de la misma manera. De lo contrario, estos podrían surgir, por ejemplo, si no puede comprar o vender un ETF en el momento deseado debido a la mala negociabilidad. Finalmente, un volumen alto indica una cierta aceptación del mercado, por lo que el ETF puede reflejar un mercado con alta demanda.
El rendimiento
El rendimiento histórico de un ETF en sí mismo no permite sacar ninguna conclusión sobre el rendimiento futuro. No obstante, esto debería contribuir significativamente a su decisión de invertir en un ETF. Otro punto importante: como regla general, debe asegurarse de que el rendimiento de su ETF se remonte al menos a un año para obtener una especie de "prueba de concepto".
Al mismo tiempo, puede tener sentido volver a pensar en la composición del ETF en este punto. Según la división y la ponderación, entre dos y cinco acciones individuales podrían constituir una gran parte (o incluso la mayoría) del ETF. Una mirada al desempeño individual de estos valores puede brindarle información adicional y útil.
El costo de un ETF
Otro factor que no debe subestimarse es el costo de un ETF. Cada ETF tiene una tarifa (a menudo llamada Relación de gastos totales, o TER para abreviar), que generalmente se incurre anualmente en sus activos invertidos en el ETF. Dado que estos costos pueden variar mucho en casos individuales, tiene sentido compararlos con diferentes ETF.
Incluso si una diferencia de costos de 0,3% a 0,8% inicialmente puede parecer marginal, estos son notables, especialmente a largo plazo, debido al efecto de interés compuesto. Una inversión única de $ 10.000 con un horizonte de inversión de 25 años, por ejemplo, rinde un 13 % más con una rentabilidad ajustada a la inflación del 5 % que con una rentabilidad del 4,5 %.
El método de replicación de un ETF
Existen diferencias en la forma en que los ETF rastrean un índice subyacente. Se hace una distinción general entre replicación física y sintética. Con una réplica física, el propio ETF se invierte en los valores subyacentes en la composición especificada.
Con la replicación sintética, el ETF realiza una transacción de intercambio con otro banco, asegurando así el rendimiento replicado de los valores subyacentes.
Si bien los ETF de réplica física teóricamente tienen costos relativamente más altos, aún son preferibles si es posible porque no contienen ningún riesgo de contraparte adicional, por ejemplo. Al mismo tiempo, ciertos ETF solo pueden replicarse sintéticamente debido a la naturaleza de los valores subyacentes.
Conclusión
Así que reiteremos: tan pronto como tenga claros sus propios valores, ideas y objetivos con respecto a su inversión, los puntos presentados aquí lo ayudarán a identificar el ETF adecuado para usted. Debe prestar atención a la composición, el volumen, el rendimiento, los costos y el método de replicación del ETF.
Junto con los consejos e ideas de inversión presentados aquí, nada debería interponerse en el camino de su inversión exitosa.