La afectada había sido una figura destacada en el ámbito espiritual, dedicando años de servicio a su iglesia y a las personas que acudían a ella en busca de apoyo. Su labor fue ampliamente valorada por quienes la conocieron y compartieron con ella su caminar en la fe.
En el acto de despedida, los restos de la pastora fueron sepultados en el cementerio local. Familiares, amigos, hermanos en la fe y líderes comunitarios acompañaron el cortejo fúnebre, mostrando con su presencia el aprecio que sentían por ella. Las muestras de afecto y las expresiones de reconocimiento fueron evidentes a lo largo del recorrido que llevó su ataúd hasta su última morada.
En el video compartido a través de redes sociales y recibido en la redacción, se observa cómo una caravana de vehículos sigue el trayecto del féretro. Entre los asistentes se encontraban miembros de su congregación, familiares y conocidos que, unidos por el respeto y la gratitud, participaron en esta despedida colectiva.
Durante la ceremonia, se recordaron las cualidades humanas y espirituales que caracterizaron a la víctima. Su legado permanece en la comunidad de Hato Mayor, especialmente entre quienes fueron testigos de su entrega constante a las labores sociales y espirituales. A lo largo de los años, su guía se convirtió en un ejemplo de servicio, fe y compromiso con el bienestar de los demás.
Las palabras expresadas por su hermana, Iyesen Sánchez, en redes sociales, reflejaron el dolor de la familia ante esta pérdida. La comunidad, por su parte, ha respondido con mensajes de apoyo y solidaridad que refuerzan la importancia que tuvo la labor de Canario en la provincia.
El último adiós a la pastora fue un reflejo del cariño que sembró a lo largo de su vida. Hoy, su ejemplo sigue presente en quienes compartieron su camino y valoran las huellas que dejó en su paso por la comunidad cristiana de Hato Mayor.