El síndrome de piernas inquietas es un conjunto de síntomas asociados con fatiga, entumecimiento y pesadez de las extremidades inferiores.
Se caracteriza por la necesidad de mover constantemente las piernas. El síndrome de piernas inquietas es una dolencia problemática que se intensifica durante el descanso, independientemente de la causa. En el procedimiento de tratamiento, se usan medicamentos para el síndrome de piernas inquietas y se practican remedios caseros.
El síndrome de piernas inquietas en el embarazo y los niños se diagnostica cada vez más en el contexto de trastornos laborales o enfermedades sistémicas, así como sobrecargas físicas o un estilo de vida pasivo. Hay muchas causas del síndrome de piernas inquietas, y la más efectiva es el tratamiento causal.
¿Qué es el síndrome de piernas inquietas?
El síndrome de piernas inquietas, abreviado RLS (RLS), es una sensación persistente de fatiga y pesadez en las piernas con una sensación concomitante de entumecimiento de las extremidades inferiores, hormigueo y ardor debajo de la piel.
Los síntomas del síndrome de piernas inquietas empeoran durante el descanso nocturno y por la noche. Un rasgo característico del síndrome de piernas inquietas es el hundimiento o alivio de la enfermedad bajo la influencia de la actividad física de la extremidad inferior.
Síndrome de piernas inquietas – causas
El síndrome de piernas inquietas puede ser idiopático (no relacionado con otras enfermedades), así como adquirido, formado en el contexto de patologías y enfermedades sistémicas. La causa más comúnmente diagnosticada del síndrome de piernas inquietas es:
- trastorno del metabolismo del hierro y magnesio, deficiencia de dopamina
- trastornos somáticos y neurológicos, por ejemplo, insuficiencia renal, polineuropatía, diabetes, insuficiencia venosa, depresión enmascarada
- drogas e intoxicaciones químicas que afectan el sistema nervioso central, principalmente antidepresivos, antipsicóticos, antiepilépticos, abuso de nicotina, alcohol y cafeína
- Etapa avanzada del embarazo
¿Qué ayuda para este síndrome?
El tratamiento del síndrome de piernas inquietas depende de la causa de la enfermedad. En el síndrome idiopático de piernas inquietas, es decir, una fuente desconocida, el tratamiento sintomático se lleva a cabo con medicamentos que minimizan las molestias y los síntomas que lo acompañan, y se implementa un tratamiento conservador hasta que el síndrome de piernas inquietas reaparece.
El segundo método consiste en remedios caseros para el síndrome de piernas inquietas basados en un cambio en el estilo de vida y la dieta, así como apoyo en el campo de la rehabilitación física y física.
Medicamentos y tabletas para el síndrome
El tratamiento del síndrome de piernas inquietas se centra en la enfermedad subyacente. Como solución óptima para el tratamiento farmacológico del síndrome de piernas inquietas con medicamentos de venta libre, se utilizan agentes que contienen un complejo de vitaminas, minerales y elementos con dosis elevadas. En la circulación farmacéutica también existe una pomada para el síndrome de piernas inquietas a base de analgésicos y antiinflamatorios.
Los medicamentos especializados para el síndrome de piernas inquietas incluyen:
fármacos dopaminérgicos en forma de levodopa, ropinirol y pramipexol indicados para los síntomas graves del síndrome de piernas inquietas, utilizados, m.in. en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson.
fármacos antiepilépticos, por ejemplo, gabapentina y pregabalina, introducidos en situaciones de mala respuesta a los agentes dopaminérgicos o contraindicaciones para su uso.
fármacos opioides, por ejemplo, codeína, la forma final de farmacoterapia en situaciones resistentes al tratamiento con otros agentes
¿Cómo curar el síndrome de piernas inquietas en casa?
El tratamiento no farmacológico del síndrome de piernas inquietas se basa en:
- hacer cambios en el estilo de vida, por ejemplo, evitar comidas tardías y difíciles de digerir, aumentar la actividad física mediante la introducción de descanso activo, ejercicio regular y recreación física.
- reducir los factores de riesgo y los estímulos que exacerban los síntomas y el curso del síndrome de piernas inquietas, por ejemplo, alcohol, cafeína, medicamentos.
- fisioterapia con el uso de tratamientos que mejoran el suministro de sangre local a las extremidades inferiores y la circulación sistémica relajando el tono muscular en las piernas, mejorando el flujo linfático y la permeabilidad y elasticidad de los vasos sanguíneos.
- masaje terapéutico, linfático y relajante de las extremidades inferiores.
- tratamiento con hierbas del síndrome de piernas inquietas, que afecta la condición mental, la relajación emocional y la mejora de la calidad del sueño.
- Baños calientes con aceites y sales para un efecto relajante.