Familiares, amigos cercanos y diversas personalidades del mundo del entretenimiento se congregaron en la funeraria La Esperanza, ubicada en San Cristóbal, para despedir al joven influencer humorista Dioelmi Cabrera, popularmente conocido como “El de lo video”.
La atmósfera en el lugar estaba cargada de tristeza y conmoción, mientras decenas de personas acudían a darle el último adiós a quien, a través de sus videos humorísticos, logró ganarse el cariño de miles de seguidores.
El fallecimiento de Cabrera ha dejado un profundo vacío no solo en su familia, sino también en la comunidad de San Cristóbal, donde su carisma y sentido del humor eran admirados.
Junto a él, también perdió la vida su esposa, Johanna Vélez, en el trágico accidente que ocurrió en el sector de Lavapiés, San Cristóbal, durante la madrugada.
La pareja fue atropellada por un vehículo tipo Jeep, cuyo conductor, hasta el momento, no ha sido identificado.
Las circunstancias del accidente aún están bajo investigación por las autoridades, quienes han iniciado un proceso para dar con el responsable.
La falta de información sobre la identidad del conductor ha generado inquietud entre los familiares de las víctimas, quienes exigen que se esclarezcan los hechos lo antes posible.
El impacto de esta tragedia ha resonado más allá de San Cristóbal, alcanzando a muchos seguidores de Dioelmi Cabrera, quienes han expresado su dolor y solidaridad a través de las redes sociales.
Los mensajes de condolencias no han dejado de llegar, recordando su legado como un joven que, con su humor, trajo alegría a muchos.
El sepelio de Cabrera y su esposa ha sido un momento desgarrador para la familia, especialmente para la madre de Johanna Vélez, quien no ha dejado de expresar su inmenso dolor tras la pérdida de su hija y su yerno.
La tragedia ha sensibilizado a la comunidad, poniendo en evidencia la vulnerabilidad de la vida y la necesidad de que las autoridades actúen rápidamente para impartir justicia en este caso.
Mientras tanto, el pueblo de San Cristóbal se mantiene en luto, despidiendo a una pareja que dejó una huella imborrable en quienes los conocieron y apreciaron.
