En San Francisco de Macorís, una mujer llamada Reyna Alvarado Jiménez denunció ante el Comando Regional de Policía del Noreste que un delincuente se había llevado las pertenencias de su nieto de diez años y su teléfono celular.
La mujer involucrada expresó su descontento por esto y pidió a las autoridades tomar las medidas pertinentes para capturar al responsable y llevarlo ante la justicia, afirmó que conocía al hombre y podía identificarlo fácilmente porque lo llamaban «Puche».
Según el denunciante, el sujeto aprovecharía el tiempo del niño en la galería para arrebatarle el teléfono y afirmar falsamente que su abuela lo había enviado a buscarlo.
