Aquí es cuando se imponen los alimentos muy frescos y las técnicas más sencillas. Si los combinamos, obtenemos un sinfín de platos fríos muy rápidos, fáciles de hacer y bajos en calorías.
La naturaleza es sabia y proporcionará lo que tu cuerpo necesita en este momento, que es exactamente lo que necesitas. Verduras de primera, repletas de agua y vitaminas antioxidantes, y mucha fruta para mantenerte hidratado. Además, en esta época se junta comida técnica, muy ligera, muy fresca.
Los protagonistas son los platos fríos: carnes y embutidos, ensaladas, nata, arenques, todo es fresco. En una cocina fría, los platos sin cocinar son más saludables.
Como mantienen sus nutrientes intactos, no se verán afectados por el calor. Por tanto, el gazpacho conserva mejor las vitaminas que el puré.
Las técnicas más ligeras
Las ensaladas son las protagonistas indiscutibles, pero la cocina de verano da mucho más de sí. A ellas se suman algunos clásicos veraniegos, como los huevos o los tomates rellenos de ensalada, así, en frío, sin pasar por el horno.
Las cremas y los gazpachos, los mejores complejos multivitamínicos que puedes tomar. Repletos de antioxidantes que, además de velar por tu salud y tu silueta, te ayudan a mantener una piel tersa, hidratada y protegida del sol. También puedes utilizar el arsenal de verduras y hortalizas para preparar platos fríos de lujo como: budines y pasteles que sacian y no engordan. Siempre que no lleven nata.
Las carnes suelen ser las protagonistas de algunos de los platos fríos como: el carpaccio, o los embutidos. En cuanto a los pescados, mandan las ensaladas en las que las protagonistas son los pescados blancos y las conservas; además del marisco.
Las tostadas y bocadillos son dos recursos de primera para solucionar una comida informal.
Clásicos más ligeros
Los platos de verano tienen una cosa en común, apetecen bien frescos. Pero que estén fríos, no significa necesariamente que sean ligeros.
Por el contrario, algunos de los clásicos del verano se caracterizan por su buena ración de calorías. Es el caso de la ensaladilla rusa y cualquiera otra modalidad que incluya mayonesa, como: los huevos rellenos.
Otro buen ejemplo, es el salmorejo, entre cuyos ingredientes, además de las hortalizas, destacan el pan y el aceite.
Así pues, todos estos platos fríos que tanto apetece tomar en verano no son tan bajos en calorías como tú crees. Para que no arruines tu silueta durante estos meses y también para que mimes tu corazón, te voy a dar algunos trucos para aprovechar el tiempo. Así no pasar ni un minuto más en la cocina.
Un delicioso, Carpaccio
El carpaccio es uno de los platos de carne fría más populares. Suele prepararse con carne roja, aunque también se utiliza pescado o marisco, que se corta en láminas muy finas. Se salpimienta, se dispone sobre la superficie de un plato bien extendida. Luego se baña con aceite oliva y jugo de limón, puedes acompañarlo con una ensalada fresca.
La técnica no puede ser más sencilla, pero la calidad de la materia prima es básica para que el plato este en su punto. Utiliza sólo productos frescos y de la mejor calidad.
Para un carpaccio de carne utiliza una pieza magra, y de un rojo intenso una vez comprada. Congélala envuelta bien apretada en papel trasparente, para que adquiera una forma ligeramente redondeada. Sólo así podrá cortarla en láminas finísimas. Después, coloca los aliños.
Gazpacho, ligero
Se lavan y pelan 1 Kg de tomates maduros; se pela y trocea una cebolla, un pimiento verde y un pepino. Procede a pasar las verduras troceadas por la batidora y añade 150gr de pan integral remojado en un poco de agua, una cucharada de aceite, 4 cucharadas de zumo de limón, un diente de ajo y sal.
Tritura bien fino y se mete en la nevera un par de horas. Aligera con un poco de agua fría si está muy espeso; se acompaña con daditos de tomate, pimiento, pepino y pan tostado.
Crema de aguacate
Se pelan tres aguacates y se rocían con zumo de limón; se ponen en el vaso de la batidora junto con el zumo con el que se han rociado. Ahora agrega medio vaso de caldo (puede ser de cubitos); se salpimienta, se tritura. Vierte dos vasos más de caldo y un vaso de leche evaporada, rectifica de sal, se pasa por el chino y deja enfriar. Por último, sirve muy fría con trocitos de aguacate.
Ideas para reciclar las sobras
-Utiliza restos de pollo asado para preparar una ensalada, no lo partas con cuchillo o tijera, desmenuzados a mano está más rico. Los redondos de carne asada tipo carne mechada, son perfectos para tomar fríos, pero no los acompañes de su salsa, sino de una salsa de mostaza.
-Los restos de verdura rehogada o sofrita, se pueden incorporar a los budines y las empanadas, en ambos casos se pueden tomar en frío.
-Si sobran alubias o lentejas, retira los tropezones (embutido o carne, laurel, verdura) mezcla todo con leche y añade hierbas a tu gusto sírvelo frío.
-Las patatas cocidas sobrantes, antes de que se pongan rancias. Prepara un paté machacándolas bien y añadiendo aceitunas negras picada y sardinas en aceite.
-Con el pan duro puedes preparar tostadas, córtalo a rebanadas y hornéalo hasta que se dore, dale sabor con aceite de oliva, hierbas y especias.
Los restos de pescado se pueden aprovechar para añadir a una ensalada o como relleno de unos huevos cocidos o unos tomates.
-Un resto de pisto o sofrito se pueden aprovechar para preparar unas tostadas, que, según el tamaño, puede servirte para entrante o aperitivo.
-Los garbanzos del cosido se puede preparar una deliciosa crema de aperitivo, mezclando con un poco de caldo, ajo machacado, zumo de limón y aceite.
-Hasta la ensalada se puede reciclar. Retira las hojas de lechuga, pásala por la batidora y añade una cucharadita de comino, utilízalo como salsa o aliño.