Un especialista de nombre Avelino, que presta servicios en el Hospital Municipal de Castillo, Duarte, ha sido amonestado por supuesta negligencia médica tras la trágica e inesperada muerte de un bebé por nacer.
Sorprendentemente, la criatura tenía 41 semanas de embarazo y pesaba 9 libras.
La joven afectada, identificada como María Magdalena Pérez Mosquea, explicó a los medios que acudió el martes pasado al hospital correspondiente con síntomas graves de dolores de parto. Sin embargo, el médico que la atendió dijo que debía esperar, por lo que la derivó a su domicilio, pues la niña aún no contaba con los centímetros suficientes para la operación.
Resulta que Pérez regresó al hospital ayer viernes porque nuevamente tenía un dolor profundo y una hemorragia severa. Fue entonces cuando se ordenó su traslado al Hospital San Vicente de Paul en DeMarcoris, San Francisco.
La hermana de María Magdalena contó que allí “la cuidaron mucho” pero durante una cesárea recibieron la desgarradora noticia de que el bebé había muerto.