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Los padres de Esmeralda Richiez

15 de marzo de 2024

Los padres de Esmeralda Richiez quieren que John Kelly Martínez sea sentenciado a 30 años de prisión John Kelly Martínez, su profesor de matemáticas, fue condenado este jueves a 20 años de prisión por el asesinato por el Juzgado de Primera Instancia de la provincia de La Altagracia, deberá cumplir su condena en el CCR-14 de Anamuya.

Aunque Eligio Richiez Castillo e Isabel Martínez entienden que esta sentencia no traerá de regreso a su hija ni aliviará su dolor, expresan su agradecimiento a las autoridades judiciales.

Expresaron su agradecimiento a los funcionarios y policías por su trabajo para traer justicia a las víctimas el profesor Martínez causó daños graves e irreparables a su hija Esmeralda, de 16 años.

Luego de escuchar la condena, admitieron que tenían emociones encontradas y no sintieron ninguna alegría, al contrario, las lágrimas y el dolor los invadieron al pensar en su hija, a quien extrañaban en cada momento y que estaba con todos en casa.

Los padres de la víctima dijeron que no tenían motivos para celebrar y dijeron que valoraban el veredicto, pero creían que la sentencia de 20 años de prisión impuesta a Kelly Martínez no compensaba el dolor que había experimentado su pequeña hija.

Expresaron su satisfacción por el apoyo que recibieron de los trabajadores del sector público, abogados, familiares, amigos y los medios de comunicación, que habían estado siguiendo los acontecimientos.

Describió a su hija como una joven de 16 años con mentalidad de niña de 12, alegre y generosa, a quien le gusta jugar con los niños, hacer amigos y concentrarse en estudiar.

Respecto al perdón del maestro John Kelly Martínez, la madre de Esmeralda dijo que en este momento no puede hablar de perdón y sólo puede orar por la misericordia y la justicia de Dios.

Don Eligio dijo que él solía despertar a Esmeralda todas las mañanas con un “Buenos días, Dios te bendiga hija”, pero ahora su dolor y tristeza siempre lo acompañan porque se da cuenta que Esmeralda ya no está y nunca más la volverán a ver».