Aunque Miguel Cruz de la Mota, quien está acusado de asesinar al secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Orlando Jorgemera, negó haber disparado más de tres tiros a la víctima, varios peritos en balística corroboraron el relato del Ministerio Público, al sugerir que trece veces el arma fue disparada contra el desventurado oficial.
Durante la reveladora audiencia, el perito Franny Alexander Flores dijo que logró sustraer un total de 13 casquillos de bala encontrados en el lugar de los hechos que eran idénticos al arma correspondiente de Cruz de la Mota.
Otro perito que declaró en este caso fue el teniente Diego Eduardo Pantaleón, quien afirmó que durante su visita a la parroquia Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, donde Miguel se rindió luego de cometer un delito, recogió pistolas marca Taurus calibre 380 No. 380 .KXL 44043 serie.
El perito de la Policía Científica, Luis Alberto Flores, es el tercer testigo presentado por el Ministerio Público.
El testimonio de Flores coincidió con el de otros técnicos.
«Recolecté 13 casquillos de 9 mm equivalentes a calibre 380, cinco chaquetas de armas, tres perdigones, un diente humano, dos iPhones de marca, un iPad y una computadora portátil», dijo.
La mañana del lunes 6 de junio de 2022, Jorge Mera sucumbió a múltiples heridas de bala.
El documento de Solicitud de Medidas Obligatorias depositado por el Ministerio Público en relación con la causa contra Carandai, confirma que el imputado llegó a la sede del organismo alrededor de las 10.50 horas de dicha fecha.
Indicó que ingresó a la oficina exterior de la oficina del director de país del ministerio y golpeó en la frente a un empleado de nombre Alfonso Mendoza. Los empleados le preguntaron por qué lo golpeaba porque no tenían esa confianza.
Alfonso Mendoza ingresó a la oficina del director regional del ministerio, Juan Manuel Cuervo de Sangles, seguido del coronel Cepeda, director de la Agencia Estatal de Protección al Ambiente (SENPA), seguido por El acusado también ingresó de manera amenazante.
Miguel Cruz, también conocido como «El Curita» en ese momento, aseguró que «me corrí y no me arreglaron» y le dijo a Cuervo que iría a la ministra.
Cuervo contactó a la coordinadora de la ministra y le dijo que el imputado se dirigía hoy con actitud violenta, por lo que debía tener un guardia de seguridad, pero antes de que terminara la llamada, el imputado se presentó en la ministra.
En presencia del Superintendente de la Policía Nacional, Nicolás Montero, el imputado le dijo que se retirara, a lo que el policía respondió que no pensaba retirarse porque trabajaba allí.
El ministro Orlando Jorge Meera se paró en la puerta de su oficina y dijo a sus ayudantes y guardias de seguridad: «Miguel es mi amigo, Miguel es mi hermano, es mi hermano. ¿Seguridad para qué?», y luego procedió a señalar al guardia de seguridad. salir y cerrar la puerta, dejando al acusado solo en la oficina.
Minutos después de cerrar la puerta, se escuchó al ministro gritar «Miguel No», y el imputado disparó aproximadamente 13 tiros, seis en el cuerpo del ministro, uno a quemarropa, matándolo instantáneamente.
El imputado entonces cerró la puerta de la oficina, y el personal de seguridad dio media vuelta y entró a la oficina por otra puerta, permitiendo que “El Curita” escapara por las escaleras, aprovechando la desesperación y el caos colectivo. En lugar de irse en el auto estacionado en el sótano, aprovechó la brecha de seguridad para escapar a pie.