Julio Ángel Ferreira, esposo de la mujer acusada de secuestrar a su recién nacido en Santiago, expresó "completa sorpresa" por la situación y aseguró desconocer por completo los hechos ocurridos.
Ferreira compartió que su esposa le dijo que estaba embarazada y que tenía una apariencia física acorde a un embarazo normal y tardío. Sin embargo, la historia dio un giro inesperado cuando, mientras estaba embarazada del bebé y ambos iban al baño de su residencia, decidió llamar al Sistema Nacional de Asistencia en Emergencias y Seguridad al número 9-1-1 para reportar la situación. En ese momento, la mujer le rogó que no llamara.
Además, cuando llevaron a la recién nacida al centro de salud de PROFAMILIA, les exigieron declarar que la niña tenía 5 días de nacida o enfrentarían consecuencias legales que podrían derivar en prisión.
Los incidentes han desconcertado a la comunidad y han planteado dudas sobre los motivos y circunstancias detrás del extraño secuestro.
