El ingeniero civil Wagner Hernández sufrió un accidente mientras cumplía funciones el pasado miércoles. Como resultado, perd¡ó ambas p¡ernas, cambiando completamente su vida.
Hernández, de 30 años, aspiraba a iniciar su propia empresa constructora y viajó a Estados Unidos y Canadá para capacitarse.
Luego del accidente, fue trasladado a la clínica del Dr. Virgilio Cedano, donde fue operado el pasado sábado y donde recibió atención y tratamiento.
Le dijo al periódico que su primera sonrisa después del incidente fue gracias a su hijo de varias semanas, quien, según su testimonio, lo inspiró a estar con su esposa Hilary de Hernández, médico de profesión Rehabilitación.
Su familia no dejó de orar. Su madre, Miledis de Hernández, y su hermano, John Kelly Hernández, recibieron numerosas muestras de apoyo.
TRAGEDIA HABÍA TOCADO LA FAMILIA
Hace una década la tragedia tocó su familia, con la muerte de su padre en un accidente en las inmediaciones de su residencia en el sector Ginandiana de El Seibo, donde falleció varios días después, mientras se recuperaba.
Hace unos cinco años, uno de sus hermanos que laboraba como técnico electricista, se electrocutó mientras realizaba sus labores.
Estos sucesos que han significado una dura prueba para la familia Hernández, que ha reiterado su fe y confianza en Dios, para superar las situaciones por las que han tenido que pasar.
APOYO
La empresa se ha mostrado solidaria con el caso y el seguro aprobó una parte del proceso que se le sigue a Wagner.
Precisamente una comisión del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA), hizo una visita desde la sede nacional a Wagner Hernández, en la clínica, donde es atendido.
La visita encabezada por el secretario general del gremio, Carlos Mendoza, acompañado de Alejandro García, tesorero, por recomendación del presidente del CODIA, agrimensor, Juan Villar.
A su llegada Mendoza expresó:»En medio de muchas tristeza les expresamos en nombre del CODIA, de su Junta Directiva a nivel nacional y de nuestro presidente agrimensor Juan Villar, nuestra solidaridad y disposición de ayudarlos en la medida de nuestra posibilidades, para superar este imprevisto, con la misericordia de Dios».
El caso ha generado mucha conmoción, debido a la responsabilidad y entusiasmo del profesional, oriundo del Seibo.
