La pequeña Brenis Abigail Muñoz Villalona f4ll3ci0 recientemente. Esta era la pequeña quien sufr1ó una gr4v3 condición médica.
Erickson Antonio Muñoz Castro, el padre, se encuentra en un estado de profunda desesperación y tristeza. Con la voz quebrada, había pedido al presidente Luis Abinader ayuda para su hija de apenas siete meses, que falleció en la madrugada del miércoles, antes de que se pudiera completar el reportaje sobre su caso, el cual estaba destinado a documentar la lucha de su familia por conseguir el tratamiento necesario.
La situación se agravó cuando, en una reciente visita a la localidad de Yabacoa, en el municipio Arenoso, provincia Duarte, se confirmó la tragedia.
El equipo de reporteros, compuesto por Félix -Keki- Vargas y Estrella Gutiérrez, había viajado para captar la difícil situación de Brenis Abigail y el drama que vivía su familia, pero no lograron publicar el trabajo a tiempo.
Este caso, con la carga emocional que implica, parece una tragedia sacada de una novela. José Adriano Rodríguez, periodista santiaguero que perdió a su hija en enero, había intentado alertar sobre la urgencia del caso para evitar que otros padres vivieran una experiencia similar.
La familia Muñoz Villalona, desesperada por salvar a su hija, buscaba desesperadamente recursos para una cirugía de trasplante hepático pediátrico en Argentina.
El costo total de la cirugía era de 110,000 dólares, de los cuales solo 10,000 dólares fueron cubiertos por la Fundación Ethe.
La familia solicitó el resto del monto a la Presidencia de la República Dominicana mediante una comunicación enviada el 15 de julio.
La solicitud también fue dirigida a la primera dama Raquel Arbaje el 7 de agosto de 2024. A pesar de los esfuerzos, la ayuda no llegó a tiempo.
El regidor local, Benjamín Muñoz, entregó personalmente el expediente médico del bebé al presidente Luis Abinader durante una visita a San Francisco de Macorís.
Sin embargo, la situación de la niña se deterioró rápidamente. Su padre relató con tristeza que la bebé sufr1a severos síntomas, como vómitos de s4ngre, debido a una atresia de vías biliares sin derivación portosistémica tipo KASAI.
Erickson y su esposa, Anyara Villalona, agotaron sus recursos en un intento desesperado por salvar a su hija. La doctora que trataba a Brenis en la Plaza de la Salud en Santo Domingo había insistido en la urgencia de la cirugía, subrayando que el tiempo se acababa.
A pesar de recibir un tratamiento costoso que no tuvo éxito, la familia mantenía la esperanza de una solución. Anyara Villalona, desgarrada por la pérdida, se aferró a su hija mientras enfrentaban el dolor de las complicaciones médicas adicionales.