Entre lágrimas y sin poder expresar con palabras sus sentimientos, Joel De los Santos le dijo al reportero de LISTÍN DIARIO que su amante ya no está. Se refería a su esposa, Anabel Rosario, quien falleció el pasado domingo tras meses de estar postrada en cama.
Son muchos los dominicanos que seguro recordarán el caso de la familia con discapacidad visual, que tuvo muchos problemas para pedir ayuda luego de que Annabelle cayera en coma por un ataque de preeclampsia durante el parto.
Joel siempre supo que la esperanza de vida de su pareja no era la mejor, pero nunca creyó que algún día ella se levantaría y lo ayudaría a cuidar a su hijo compartido y a su hijo de 11 años antes de que su gente se uniera.
La historia de Joel y Annabelle
Casi todo el país se conmovió con su historia en este medio, y la ayuda llegó rápidamente. De vivir en una pequeña casa apenas habitable, llena de humedad y ubicada en un lugar incómodo para ellos, pasaron a vivir en su propia casa en Santo Domingo d’Este, obra de la Fundación Jompéame.
Su calidad de vida cambió, hizo un 360. Annabelle yacía en una cama especialmente preparada para ella, en una habitación bien ventilada, al cuidado de excelentes médicos, disfrutando de comodidades que Joel jamás imaginó. Sin embargo, nada fue suficiente para detener el deterioro de su salud que la llevó a la muerte.
Hoy, Annabelle no solo está molestando a su esposo protector, sino que también está dejando huérfanos a su hija menor, que ahora tiene 10 meses, y a su hijo de 11, quienes tienen problemas de visión.