En San José de Ocoa, los restos de dos niños 4ses1nados por su padre fueron enterrados a puerta cerrada, en medio del dolor de los familiares que aseguraron a las autoridades que al hombre no se le debió permitir llevarse a los niños.
Los cuerpos de Alys y Fred Olaverria, de 14 y 8 años, fueron velados en la capilla de la Dorada del tanatorio Gresefu en la vía Las Américas, donde su madre fue apoyada por familiares y allegados que desde la madrugada acudieron a brindarles servicio, condolencias.
Los abuelos de los bebés, que dijeron que la madre de los niños tenía la custodia, lamentaron que las autoridades permitieran que su padre y verdugo se los llevaran durante días después de que les aseguraran que se estaban comportando de manera extraña.
Excompañeros de clase de los niños, que vivían con su madre en el complejo Villa Duarte, también visitaron la funeraria para expresar sus condolencias.
Se entiende que Alys y Fred están con su padre desde el 25 de diciembre y acordaron entregárselos a su madre el miércoles 28 y cuando ella salió de la casa de su madre en Ocoa.
Horas después llamó a su hermana para que lo ayudara a deshacerse del auto siniestrado a 21 kilómetros del cruce de Ocoa, y al llegar a la zona de la colonia La Vuelta de las Palomas descubrió la tragedia. Los bebés serán enterrados en el Cementerio Cristo Salvador a las 3 p.m.