Una extranjera murió después de que supuestamente la arrojaron de una compañía de excursiones en catamarán mientras practicaba snorkel, luego de que flotara cerca de Jellyfish Beach.
La mujer, identificada como Richard Jorene, de 67 años, ciudadano estadounidense, ingresó al país el jueves 27 de abril, con fecha de salida el 6 de mayo.
Jorene viajaba a bordo de un catamarán blanco de nombre Big Grace, matrícula CT-B20-119PP, propiedad de una empresa o marca de nombre “BEBE”.
Cuando recuperó el cuerpo, vestía un chaleco salvavidas azul con el nombre de BEBE escrito en él.
Según la fiscalía, el encargado del recorrido no contabilizó la cantidad de turistas luego de realizar la inmersión.
Hasta el momento, las tres personas involucradas en la mencionada empresa han sido puestas a disposición judicial.
El capitán y dos tripulantes encargados de contar el número de nadadores violaron el artículo 319 del Código Penal, que conlleva una pena máxima de dos años de cárcel.
Según una investigación de Bávaro Digital, la Armada Dominicana ha suspendido las operaciones de los catamaranes BEBE hasta nuevo aviso. Los restos del occiso fueron trasladados al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) en San Pedro de Macorís.
El hecho ocurrió el sábado 29 de abril.
