La presentadora Nuria Piera estuvo investigando minuciosamente los eventos ocurridos el pasado 3 de junio, cuando se llevó a cabo el asalto a una sucursal del Banco Popular ubicada en el Distrito Nacional, suceso que estuvo protagonizado por al menos cuatro individuos.
En un vertiginoso lapso de menos de dos minutos, los actuantes perpetraron un audaz robo que había sido meticulosamente planificado desde el Día de las Madres, el 26 de mayo, hasta llevarse a cabo dicho día.
Según relatos del testigo presencial, el asalto comenzó cuando uno de los delincuentes, vestido de negro y con el rostro cubierto, llegó en una motocicleta con una caja roja de Pedidos Ya.
Tras estacionar la moto, se unió a otros tres cómplices en una yipeta Kia Sorento negra. Desde allí, el grupo realizó un recorrido estratégico por la ciudad antes de dirigirse al objetivo final.
Diego Pesqueira, vocero de la Policía Nacional, detalló que los criminales tomaron la 27 de Febrero, hicieron una breve parada en una estación de combustible sin incidentes y finalmente llegaron al banco donde ejecutaron su plan.
Tres hombres, vestidos con indumentaria militar y armados, entraron al banco mientras un cuarto permaneció afuera en el vehículo como apoyo logístico.
El testigo clave del incidente describió cómo los asaltantes, con gritos intimidatorios y armas en mano, dominaron la escena.
Uno de ellos amenazó al personal y a los clientes presentes, exigiendo acceso a las cajas registradoras y preguntando por la bóveda, aunque el dinero ya había sido retirado por un camión de valores minutos antes del asalto.
Durante la tensa situación, uno de los asaltantes golpeó a un cajero y amenazó con disparar si no obtenía más dinero. La atmósfera se volvió aún más agitada cuando el delincuente mostró signos de frustración al descubrir que el dinero principal ya no estaba disponible.
El monto total robado asciende a 1,685,723 pesos dominicanos, aunque la mayoría del efectivo esperado ya había sido transportado fuera del banco.
La rápida respuesta de las autoridades permitió la identificación y captura de los responsables en menos de una semana, marcando un éxito para las autoridades y un alivio para la comunidad afectada por este violento incidente.
