El cuerpo de Nashla Pichardo Veras, la joven de 14 años asesinada por una bala perdida, fue enterrado este martes entre escenas de llanto y dolor mientras caminaba hacia un caserío de la zona de Buenos Aires. .
En su última oración al Dios de la menor, el padre de la menor, Auri Pichardo, pidió la pena máxima para los responsables de la muerte porque dijo que se trató de una tentativa de homicidio porque el tiroteo fue directo a la habitación donde se encontraba su hija. Se quedó dormido.
Los familiares han atribuido la tragedia a la falta de control sobre el crimen que, según afirman, ha afectado la zona, lo que se ha reflejado en continuos tiroteos derivados de una disputa por un punto de venta de drogas cerca del lugar de la tragedia.
Se entiende que Nashla estaba durmiendo en su residencia cuando ocurrió el incidente y una bala perdida de un tiroteo en los alrededores entró en la casa de la joven, matándola.
El proyectil atravesó una pared de madera de la casa, quitándole la vida a un adolescente que vivía en el segundo piso del cruce de las calles 9 y 6 de la ciudad de Buenos Aires.