Una madre dominicana pasó tres años injustamente encarcelada por un robo en su propio negocio, siendo liberada solo para enfrentar el diagnóstico de cáncer de su hijo pequeño, en un caso que evidencia fallas en el sistema judicial.
Nicaury Lisbeth Encarnación fue condenada a ocho años de prisión por asociación de malhechores y robo, acusaciones que resultaron ser completamente infundadas.
La víctima estuvo recluida en la cárcel de Najayo Mujeres durante tres largos años mientras su familia luchaba por demostrar su inocencia.
Todo comenzó la noche del 19 de agosto de 2021, cuando la afectada atendía su pequeño centro de uñas ubicado en la galería de su casa en Sabana Perdida.
Varios asaltantes armados irrumpieron en el lugar, robando las pertenencias de una clienta.
A pesar de ser víctima del atraco, Encarnación fue señalada como responsable por los propios denunciantes.
Erika López Encarnación, quien tenía apenas 18 años cuando su madre fue arrestada, se convirtió en la principal defensora de su causa.
«Prometí que la iba a sacar de la cárcel, y si tenía que ir hasta el presidente Luis Abinader para que me escuchara, lo haría», expresó la joven, quien además cuidó de sus hermanos mientras luchaba por la libertad de su madre.
Tras conseguir su liberación con ayuda del abogado Andrés Doribio, quien expuso las inconsistencias del caso, Nicaury enfrentó otra tragedia: su hijo Gregory fue diagnosticado con cáncer en la garganta.
La familia ahora busca que las autoridades reconozcan la injusticia sufrida mientras continúan luchando por la salud del pequeño.
