Santo Domingo, República Dominicana — El silencio se rompió con lágrimas contenidas y miradas atónitas cuando Neifi Pérez, exjugador de Grandes Ligas y hermano del legendario merenguero Rubby Pérez, cruzó los restos del Jet Set Club, el emblemático centro nocturno de la capital, reducido ahora a escombros tras el desplome inesperado de su techo.
La escena, captada en video y difundida rápidamente en redes sociales, mostró a Neifi profundamente consternado, reflejo del impacto emocional que ha sacudido a la familia Pérez y a toda la comunidad artística y deportiva del país.
El hecho ocurrió la noche anterior, mientras Rubby interpretaba uno de sus éxitos en el escenario principal del Jet Set Club, rodeado de un público que incluía celebridades, empresarios, deportistas y seguidores del merengue.
De forma repentina, el techo del local colapsó por completo, generando momentos de angustia y descontrol entre los presentes.
A partir de este evento, las muestras de apoyo no se han hecho esperar. Artistas, figuras del entretenimiento, exponentes del deporte y fanáticos de todas las edades han inundado las redes con mensajes de aliento y reconocimiento a la trayectoria de Rubby Pérez, destacando su influencia en la música tropical y su rol como ícono nacional.
El Jet Set Club, que por décadas fue vitrina de los principales artistas del país y del extranjero, quedó devastado por un incidente que ha reabierto el debate sobre las condiciones de seguridad en establecimientos de entretenimiento de alto perfil.


