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«Las niñas han perdido toda su confianza», lamenta activista afgana

7 de marzo de 2025

París.- «Las niñas han perdido toda su confianza en sí mismas» y su «autoestima», lamenta la activista, empresaria y periodista afgana Hamida Aman, fundadora de la radio educativa Begum, sobre las jóvenes de su país, sometidas a la represión talibán y privadas de acceder a una verdadera educación.

«Eso es lo más terrible y es contra lo que hay que luchar de manera absoluta, o a esas niñas las vamos a perder», ha reclamado Aman en una entrevista con EFE, durante una conferencia organizada este viernes por la Unesco para recordar la situación de las mujeres en Afganistán en vísperas del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

Aman (Kabul, 1973) es reconocida por haber fundado Radio Begum, una cadena operada por y para mujeres que transmitía contenidos educativos y de salud, pensados especialmente para las niñas y jóvenes que no pueden acceder a una educación debido a las leyes impuestas por el actual régimen afgano.

Como esta existen también otras iniciativas en forma de medios de comunicación, plataformas en línea e incluso redes de escuelas clandestinas que se han organizado para paliar el daño a los 1,5 millones de niñas y jóvenes que, según datos de la Unesco, se ven privadas de enseñanza actualmente en Afganistán.

Estos desafíos no están exentos de riesgos y, de hecho, la cadena de Aman, creada en 2021, fue allanada y cerrada a principios de febrero pasado, acusada de cometer múltiples delitos y de suministrar material y programas a una cadena de televisión con sede en el extranjero.

Hace una semana, el Ministerio de la Cultura afgano levantó las sanciones contra la emisora, pero por el momento nadie ha podido acceder a los locales que sirven de sede y las dos colegas que fueron detenidas en el momento del cierre permanecen aún arrestadas.

Eso es debido, según Aman, a que parece haber divisiones dentro del Gobierno respecto a la decisión, por lo que ella y sus colegas continúan reclamando «todos los días su liberación y la reanudación de nuestro trabajo».

«En cuanto tengamos acceso a nuestras oficinas reanudaremos nuestras actividades (…) Todas las mujeres que trabajan en esta emisora de radio están dispuestas a volver. Están muy decididas a continuar su trabajo porque es esencial. Lo saben y ellas mismas necesitan trabajar», detalló esta activista.

Nada sustituye a la verdadera escuela

Esta disposición a continuar la actividad de estas mujeres sorprendió incluso a Aman, tras el «shock terrible» del allanamiento talibán, y es una «señal muy fuerte de resistencia y también de determinación de estas mujeres».

«Es admirable», alabó la también escritora que tiene pasaporte Suizo porque su familia se trasladó allí durante su adolescencia, aunque ella regresó al país tras concluir sus estudios universitarios.

Además de la radio, Begum se conformó también como canal de televisión, que emite vía satélite desde París desde hace un año.

Se lanzó precisamente para tener una herramienta en el caso de que los talibanes tomaran medidas sobre el terreno contra la cadena de radio -cuyo nombre es un homenaje a la abuela de Aman, Begum-.

En cualquier caso, esta activista reconoce que nada puede sustituir a la escuela, que además de la formación aporta otros ingredientes de socialización, motivación y compañerismo.

«Ganaremos la batalla -sostuvo- el día que vuelvan a abrir las escuelas, porque nada reemplaza la escuela, no hay sustituto para un aula».

Para eso, después de tres años de gobierno talibán, la sociedad afgana necesita un apoyo de la comunidad internacional que vaya más allá de las palabras de condena y de las ayudas puntuales, según aseveraron en la conferencia tanto Aman como otras activistas invitadas este viernes por la Unesco a su sede de París.

Entre ellas figuraron nombres como el de la taekwondista Marzieh Hamidi o la política Fawzia Koofi, que fue la primera mujer vicepresidenta de la Asamblea Nacional afgana (2005-2014).

«Hay una ayuda que llega, pero no es suficiente, y los derechos humanos no están realmente en la agenda real. La principal preocupación es la seguridad, la inmigración y las drogas. El día en que los derechos humanos se conviertan en una prioridad, entonces quizá veamos un cambio», razonó Aman.

Con información de Noticias SIN

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