La flor de loto es una planta acuática perteneciente a la familia de las Nelumbonaceae del género Nelumbo. Es una de las dos especies existentes de este género, también recibe el nombre de loto sagrado, rosa del Nilo o loto indio. Es reconocida por tener semillas muy longevas capaces de germinar luego de 10 siglos.
Características de la flor de loto
La flor de loto es una planta herbácea de tipo acuática, sus hojas son flotantes o emergentes, pueden ser peltadas o glaucas, llegando a medir entre 25 y 100 centímetros de diámetro de bordes ondulados e hidrófobas. Sus peciolos llegan a medir entre 1 y 2 metros, el rizoma puede alcanzar los 20 metros y se encuentra fuertemente enraizado al fondo del agua.
Las flores de loto miden entre 16 y 23 centímetros, pueden encontrarse en tonalidades rosa vivo, pálido y bancas. Sus pétalos son cóncavos obovados u oblongos elípticos de aproximadamente 5 a 10 centímetros. Los frutos son elipsoidales y miden entre 5 a 10 centímetros de diámetro.
Origen y habitad de la flor de loto
El origen de la palabra flor de loto proviene del latín Lotos y este a su vez del griego, pero se desconoce cómo y porque se empezó a designar de esta manera a la flor.
El habitad de la flor de loto se encuentra en Asia, Oceanía y parte de Europa en Rusia, también ha llegado a ser introducida en Estados Unidos. En Rumania se ha naturalizado.
Historia de la flor de loto
La flor de loto ha formado parte fundamental de diferentes culturas debido a su simbolismo, siendo un elemento de las religiones en el antiguo Egipto, la india y China. Para los egipcios el loto representaba la resurrección al emerger de las aguas con su enorme belleza.
En la india el loto se conocía como padma, sus principales dioses nacieron de lotos, los padmas en la India se usaron para crear modelos de crear mándalas. En China y Japón en una oración característica del budismo se menciona al loto “Om mani padme hum”.
Los budistas que emergieron del culto japonés del monje Nichiren toman uno de sus mantras más importante del texto el Sutra del loto.
La flor de loto también ha formado parte de la cultura, arte y pintura de diferentes regiones que dejan ver la adoración sobre la planta.
¿Cómo cultivar flor de loto?
Para cultivar lotos se necesita disponer de suficiente agua para que pueda desarrollarse ya que puede crecer hasta los 2.5 metros, pero se recomienda como mínimo tener 30 centímetros de profundidad que vienen muy bien si se encuentra en climas fríos ya que se desarrolla mejor la planta porque el agua se caliente más rápido. El suelo debe ser arcilloso y ser ricos en nutrientes para que pueda desarrollarse.
Cuidados mínimos para cultivar flor de loto
La flor de loto no es una planta exigente, no necesita ser regada por lo que nos ahorraremos ese tiempo, pero es conveniente seguir algunos consejos si queremos tener una en casa.
- El agua debemos tratar d que se mantenga tibia, ya que hay variedades que no toleran el frio y entran en latencia a bajas temperatura.
- La planta debe exponerse al sol para que pueda realizar la fotosíntesis y el agua pueda oxigenarse.
- Elimina las flores marchitas para evitar que enferme.
- Es recomendable tener en partes iguale en el fondo arena de jardín, de rio y sustrato.
Plagas y enfermedades comunes en la flor de loto
La flor de loto no es muy exigente, es muy resistente y tiene pocas amenazas, lo que hay que tener cuidado es con los caracoles que puedan devorar la planta, además de cuidar la temperatura para evitar que la planta enferme.
Una planta enigmática llena de mucha historia y simbolismo, que a pesar de ser acuática la podemos tener en casa en un estanque o una pecera y cultivarla sin problemas.