Cuando Kerlin Ulerio comenzó a trabajar en una empresa del sector del entretenimiento nocturno en República Dominicana, no imaginó que años más tarde se convertiría en el dueño de ese negocio, en el que empezó como empleado.
Su trayecto no fue fácil: trabajó largas horas, fue subestimado y enfrentó múltiples desafíos. Sin embargo, cada obstáculo se convirtió en una lección que lo llevó a convertirse en un empresario que hoy inspira a otros jóvenes a seguir sus sueños.
Desde sus primeros años, su vida fue una montaña rusa. Criado en el barrio de Herrera, Santo Domingo Oeste, con muchas limitaciones, su infancia estuvo marcada por la pérdida de su padre a los 12 años.
Su madre, con esfuerzo, sacó adelante a él y a su hermano menor, enseñándoles el valor del trabajo duro. Esta enseñanza se convirtió en la mayor herencia de Kerlin, quien a los 14 años ya trabajaba en un supermercado en República Dominicana, al tiempo que cursaba sus estudios de educación secundaria.
Fue un estudiante meritorio, no porque tuviera los mejores recursos, sino porque tenía claro su propósito de vida.
«En la vida uno abre puertas, y en función de cómo te comportas, esas puertas se mantienen abiertas y te abren otras. Tu objetivo de avance te lleva a aceptar y asumir retos y desafíos», expresa Kerlin en una entrevista con Listín Diario desde uno de sus negocios en Madrid, capital de España.
En 2004 decidió dejar su país natal para buscar nuevas oportunidades en España, sin imaginar que terminaría emprendiendo en un país que no era el suyo. Llegó con poco más que una visa de turista y una maleta con escasas pertenencias, pero con una determinación firme.
Con la ayuda de un amigo, presentó sus documentos y, sorprendentemente, recibió una respuesta favorable del Ministerio de Extranjería en solo 11 días, un proceso que normalmente llevaba hasta seis meses.
«Fue una bendición de Dios, una oportunidad que llegó en el momento justo«, recuerda Kerlin sobre aquel momento.
Una anécdota marcó sus primeros días en España: la madre de un conocido que fue a visitar lo miró con desdén y le dijo que no llegaría a ninguna parte por tener «cara de vago». Esta frase no hizo más que fortalecer su determinación y convicción de alcanzar sus metas.
Con la mirada fija en sus objetivos, obtuvo su primer empleo en España en el área de comunicaciones para una empresa telefónica. Siendo el único extranjero en la compañía, enfrentó la mirada desconfiada de muchos. Sin embargo, posteriormente, su dedicación le permitió ganarse el respeto y la admiración entre sus compañeros de trabajo.
A partir de esa experiencia y quizás impulsado por sus conocimientos en Mercadotecnia, carrera en la que se especializó en República Dominicana, Kerlin siempre buscaba oportunidades de negocio. La primera surgió durante una situación personal cuando un amigo le pidió ayuda para gestionar unos trámites legales para una abogada.
Así, surgió la idea de crear un pequeño emprendimiento dedicado a asistir a abogados en la gestión de documentos en el Registro Civil. Inicialmente, comenzó de manera informal, pero pronto formalizó su empresa, logrando captar varios clientes, incluso fuera de Madrid.
Aunque sus primeros intentos de negocios dejaron deudas, Kerlin no se desanimó. Continuó invirtiendo en nuevos emprendimientos, abriendo locales en áreas de belleza, ocio y entretenimiento, telecomunicaciones, hostelería e inmobiliaria.
“Tocamos varios sectores y hemos diversificado. Por ejemplo, el área inmobiliaria era un reto para mí porque no conocía nada del sector, pero empecé, me tropecé, caí, y volví a resurgir”, afirma Kerlin.
Cuando llegó la pandemia, sus negocios de ocio y entretenimiento tuvieron que cerrar. Sentado en su casa, pensó en nuevas alternativas de negocio y creó un multicomparador online de precios de energía, telecomunicaciones y seguros. Esta iniciativa lo llevó a abrir otro negocio asociado al área de las telecomunicaciones, específicamente a través de call centers.
El mensaje que busca transmitir es no tener miedo, integrarse en la sociedad que los acoge y tocar puertas para alcanzar sus objetivos.
“Esa transición que hemos tenido, de los dominicanos que venían antes a trabajar en oficios menores, ahora es de jóvenes profesionales brillantes, los que no lleva a la conclusión de que el futuro que tenemos los dominicanos en Europa será de integración social, política y económica. El trabajo está allanado, ahora toca a los jóvenes que continúen ese camino, levantando la bandera dominicana”, dice Kerlin.
Persistencia y valentía son los pilares que Kerlin Ulerio define como la base de su éxito. Antes de emprender, realiza estudios de mercado, viabilidad y riesgos para asegurar la solidez de sus proyectos, partiendo de su estrategia empresarial de diversificar y no “dominicanizar” sus negocios, con el fin de atraer a una mayor cantidad de clientes potenciales.
Su visión le ha permitido destacarse entre la comunidad hispanohablante en España, asumiendo la posición de presidente de la Asociación de Empresarios Latinos, en la que dirige a más de 300 empresarios.
Además, se ha distinguido en el ámbito político entre los dominicanos en España, utilizando su influencia para abrir puertas y crear oportunidades para la comunidad dominicana en esa demarcación.