Familiares de un oficial de seguridad de una institución bancaria de Santiago exigen una investigación exhaustiva sobre la muerte de su ser querido para que se haga justicia y no quede impunidad en el caso.
Un familiar cercano del fallecido dijo en declaraciones a medios locales que la única información que le habían dado era que su hermano murió antes de la medianoche a manos de delincuentes desconocidos.
Hasta el momento, la última conversación conocida entre el fallecido Julio Ernesto Díaz Santos y su padre fue alrededor de las 21 horas, donde este último aconsejó a su hijo que cambiara de trabajo porque era uno de los trabajos más peligrosos.
El fenecido, de 40 años, deja en estado de orfandad a una niña. Tenía alrededor de 5 años trabajando en el lugar donde desafortunadamente fue ultimado.
A pesar de desconocer el motivo por el cuál le arrebataron la vida a su ser querido, sus parientes lo describen como un hombre trabajador, sin problemas y muy serio.
Desde nuestra sala de redacción nos unimos al dolor de esta familia, quienes necesitan fortaleza para afrontar esta dolorosa pérdida. Paz a su alma.
