Julio César Valdez expresó su profunda alegría al reunirse con su hijo, Anderson, después de una separación de 22 años.
Emocionado, agradeció a Dios y manifestó su felicidad diciendo: «Alegre. Damos gracias a Dios por todo. A su madre porque crió a un muchacho sano que no tiene ningún tipo de malicia. Gracias a mi hermano Félix porque hizo todo lo posible».
El reencuentro de Julio César y Anderson es un testimonio conmovedor de esperanza y perseverancia. La larga separación no disminuyó el amor y el vínculo entre padre e hijo, y este momento de reunión resalta la importancia de la familia y la fe.
La gratitud expresada por Julio César hacia Dios, la madre de Anderson, y su hermano Félix, muestra cómo la colaboración y el apoyo familiar pueden superar los desafíos más difíciles.
A continuación, se puede ver el video del emotivo reencuentro.