Un joven identificado como Jair Agramonte sufrió un impacto de b4l4 por 4rm4 de fuego, además de ser 4gr3did0 supuestamente por agentes de la Policía Nacional, supuestamente por confusión, en un caso que ha conmovido a su familia y a la comunidad en San Cristóbal.
El suceso tuvo lugar en el sector Ingenio Nuevo de San Cristóbal cuando Jair salía de su residencia a bordo de su vehículo. Según su testimonio, las autoridades le ordenaron detenerse de manera abrupta. Sin ofrecer resistencia, Jair acató la orden, pero, sin mediar palabras, fue her1do con un arma de fuego por los agentes.
“Me hicieron una señal para detenerme y me detuve. Uno de ellos se bajó de la camioneta del lado del pasajero y empezó a disp4rarme”.
“Entonces, puse reversa y me subí al vehículo porque tenía que salvar mi vida, ya que me estaban disp4rando sin que yo siquiera me hubiese bajado. Cuando di marcha atrás para irme, siguieron disp4rando, y uno de los disp4ros me alcanzó en la espalda. Saqué la mano, manchada de s4ngre, para que ellos la vieran y dejaran de disp4rar, pero siguieron disp4rando”.
El proyectil no pudo ser retirado por el personal médico, debido al peligro que implicaría moverla de su ubicación actual.
Esta situación ha requerido su traslado al Grupo Médico San Cristóbal (Grumed), ya que el hospital inicial carece de los equipos necesarios para su tratamiento.
Diariamente, Jair debe limpiar la zona de la herida, y cada diez días su médico realizará un seguimiento para evaluar si es posible una operación para extraer la b4la.
Mientras tanto, sus familiares exigen justicia, solicitando al Departamento de Asuntos Internos de la Policía Nacional una investigación exhaustiva para sancionar a los agentes involucrados en el incidente.
La familia agradece que Jair esté vivo, aunque lamentan que haya tenido que pasar por esta experiencia, siendo una persona trabajadora y honesta.
Ana Hilda Agramonte Reyes, madre de Jair, expresó su dolor y su esperanza de que las autoridades actúen con celeridad y justicia.
En medio de esta situación, la esposa de Jair tuvo un parto adelantado, requiriendo una cesárea de emergencia a los siete meses de embarazo. Ahora, Jair es padre de un niño recién nacido, lo que añade otra capa de preocupación y esperanza a su situación.
Jair trabaja de lunes a viernes en una compañía llamada Rodicon, donde se desempeña en el área de electricidad automotriz con equipos pesados.
Durante los fines de semana, realiza la misma labor de manera independiente, demostrando su dedicación y habilidad.
Con orgullo, mostró a través de una tableta y su laptop las herramientas de diagnóstico que utiliza en su trabajo, reflejando su compromiso y pasión por su oficio.
