SANTO DOMINGO.– “Ayúdenme, por favor. Que este no sea un caso más que dejan en el olvido. Porque yo como madre siento que mi hijo está vivo en mi corazón y tengo la fe y la esperanza de que lo voy a tener conmigo nuevamente. Que me ayuden, que no engaveten el caso”, suplicó Frayla Méndez a la justicia dominicana.
¿Pero, quién es? Mendéz es la madre del niño Luis Ángel, que supuestamente fue s3cu3str4do a los seis años de edad el 6 de febrero del 2022 en Vicente Noble, Barahona y del cual hasta el sol de hoy se desconoce su paradero.
Dicho llamado, de un caso que se hizo tendencia en las redes sociales, viene tras los acusados quedar en libertad por falta de pruebas y la espera de que empiece un nuevo juicio.
De acuerdo expresó para El Nuevo Diario, el Tribunal Colegiado de Barahona le dijo que iban a fijar otra fecha para un nuevo juicio tras apelar con sus abogados y que tras notificarle el 3 de julio que habría ganado la apelación, hasta el momento no la han citado y que desde hace “cuatro meses me lo tienen engavetado prácticamente”.
Pero Méndez no se ha rendido, diciendo que continúa “exigiendo justicia y que la justicia y las autoridades me den respuesta, ya que hace tiempo no me han dicho nada. Aún no sé nada del paradero de mi hijo, pero estoy luchando todavía”.
Según la madre, el infante supuestamente fue raptado, mientras jugaba en la calle con sus hermanos, por su expadrastro Anderson Daniel Pérez González y la cómplice Jonainy Méndez, imputada por ser dueña del celular donde se hizo una llamada que pidió dos millones de pesos a cambio del niño.
Su versión, añade que Pérez se quiso vengar de ella con el secuestro por tener tener una relación con otra persona, tras el término del romance entre ambos.
Méndez presentó como prueba ante las autoridades, un video de la cámara de seguridad del momento de la desaparición, en donde aseguró que el vehículo de su expareja llegaba a la calle donde sucedió el supuesto secuestro y también el testimonio de los hermanos del infante, a través de una cámara Gesell.
Sin embargo, el Tribunal de Barahona, presidido por la jueza Wanda Deñó, rechazó en febrero del 2024 las evidencias, diciendo que son “insuficientes” para condenar a los acusados, quienes cumplían preventiva desde el 2022 y negaron cometer el hecho, quedando absueltos de la acusación del Ministerio Público.
Pero más adelante, en julio del 2024, la Corte de Barahona anuló la sentencia que liberó a los imputados, para celebrar un nuevo juicio con jueces distintos, al establecer que el debido proceso de ley fue violado por no permitir incorporar los testimonios de los hermanos a través de la cámara Gesell.
A pesar de ello, meses después la progenitora está a la espera de que el nuevo juicio empiece y pide a las autoridades que continúen y no engaveten el caso, asegurando que se mantendrá luchando, para conocer la verdad y el paradero del infante.