Sin poder contener las lágrimas, Yeisy Canelón, hermana de la venezolana que fue encontrada desmembrada en un departamento del barrio Piantini del Distrito Nacional, suplicó ayuda para evitar que el asesino que confesó su muerte salga de prisión.
“Ojalá pudieran ayudarme para que nunca salga”, dijo Carolina Pérez Canelón, familiar de Yenny, de 27 años, cuyas extremidades fueron encontradas separadas, algunas partes en un refrigerador y otras en una maleta.
Según la Policía Nacional, el hecho pudo haber sido cometido por el italo-colombiano Michael Saba, de 30 años, quien admitió haber disparado a la víctima con un arma que le confiscaron durante una acalorada discusión, y luego comenzó a atacar a machetazos. el cuerpo sin vida.
Además, en el apartamento los investigadores policiales colectaron tres cuchillos con los cuales se presume se cometió el crimen, dos celulares, una porción de un polvo rosado, presumiblemente tusi (cocaína rosa), un plato blanco conteniendo la misma sustancia, entre otras evidencias.
Las autoridades le ocuparon a Saba, una pistola con la cual cometió el hecho, tres armas blancas, drogas, celulares y otras evidencias.
El arma de fuego es una Glock, calibre 9mm, con su cargador y un silenciador, por el momento sin ninguna documentación que ampare su legalidad.
La Policía Nacional hizo un llamado a los apodados “Lalo”, “La Rubia” y “Bisair” a entregarse por su presunta implicación en el asesinato de la mujer.
