Santo Domingo – La madrugada de este martes fue marcada por un estremecedor llamado de auxilio que dejó sin aliento a una madre.
Darlenis Batista, una joven de 23 años, logró comunicarse brevemente con su mamá mientras permanecía atrapada bajo los escombros de la discoteca Jet Set, cuyo segundo nivel colapsó inesperadamente, causando una de las tragedias más graves en la historia reciente de la vida nocturna dominicana.
“¡Mami, los escombros me están cayendo arriba! ¡Dile que paren!”, fueron las palabras desesperadas que Darlenis alcanzó a decir a través de su teléfono antes de que la llamada se cortara.
Su madre, entre llanto y desesperación, relató que su hija le rogó que los rescatistas actuaran con más cuidado, ya que cada movimiento parecía empeorar su situación bajo los restos de concreto, metal y polvo.
La joven se encontraba compartiendo con amigos dentro del establecimiento cuando ocurrió el derrumbe, el cual dejó a decenas de personas atrapadas.
Desde entonces, la angustia ha crecido entre los familiares que se mantienen en los alrededores del local esperando noticias, muchos con la esperanza de que sus seres queridos estén con vida y puedan ser rescatados a tiempo.
“Ella me llamó, está viva… pero me dijo que la están hiriendo mientras intentan sacarla. ¡Que tengan cuidado, por favor!”, suplicó la madre frente a los medios y curiosos, con la mirada fija en la zona acordonada donde se concentran los trabajos de rescate.
Según los últimos datos ofrecidos por el Centro de Operaciones de Emergencias (COE), hasta ahora se han registrado 27 personas fallecidas y 101 heridas como resultado del colapso en Jet Set.
La cifra ha aumentado con el paso de las horas, mientras continúan las labores de remoción de escombros.
Los rescatistas, apoyados por personal médico, la Defensa Civil, el Cuerpo de Bomberos y la Cruz Roja, trabajan día y noche con equipos especializados, aunque la situación se complica debido a la fragilidad de la estructura colapsada.
Las autoridades han pedido calma a los familiares, asegurando que están haciendo todo lo posible para rescatar con vida a quienes aún se encuentran atrapados.
La llamada de Darlenis se ha convertido en símbolo del dolor que viven muchas familias.
Su historia refleja la urgencia con la que deben realizarse los trabajos de rescate, sin poner en riesgo la vida de los sobrevivientes.
La comunidad entera espera que, como ella, otras personas también puedan salir con vida de esta tragedia.
