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Estudiantes donde estudiaba Sudiksha se pronuncian sobre su desaparición

23 de marzo de 2025

Punta Cana.– Lo que debía ser una experiencia inolvidable entre amigos en un paraíso caribeño, terminó convirtiéndose en una angustiante historia que mantiene en vilo a dos naciones.

La desaparición de Sudiksha Konanki, una brillante estudiante universitaria estadounidense, ha generado una oleada de preocupación, preguntas sin respuestas y un llamado urgente a repensar la seguridad en los viajes internacionales para jóvenes.

Sudiksha Konanki, de apenas 20 años, cursaba estudios pre-médicos en la reconocida University of Pittsburgh.

Viajó a Punta Cana para disfrutar de las vacaciones de primavera con un grupo de amigos, como hacen miles de estudiantes cada año.

Pero el pasado 6 de marzo, su rastro se perdió en la madrugada, justo frente al Hotel Riu República, un resort cinco estrellas ubicado en una de las zonas más visitadas del Caribe.

Las autoridades dominicanas activaron un amplio operativo de búsqueda con drones, embarcaciones, equipos subacuáticos y patrullajes costeros.

También se revisaron cámaras de seguridad del hotel y zonas cercanas. Aunque no se han encontrado indicios evidentes de delito, la teoría principal apunta a un incidente marítimo, razón por la cual sus padres solicitaron que sea declarada legalmente como no localizada.

Este hecho ha tocado profundamente el corazón de la comunidad universitaria en Pittsburgh. “Teníamos amigos en ese mismo resort.

Pensar que pudo haber sido cualquiera de nosotros es simplemente aterrador,” expresó Bailey Wagenknecht, estudiante de marketing.

Otros como Olivia Lee, de negocios, confesaron que decidieron cancelar sus planes de viaje tras conocer el caso. “No se trata de tener miedo, sino de asumir los riesgos con madurez,” añadió.

Robert Beckman, originario de Erie, Pennsylvania, recordó que sus padres le insistieron en no viajar solo durante su visita a Myrtle Beach. Hoy esa advertencia le parece más válida que nunca.

David Eymer compartió que su familia aplica siempre el “sistema de compañero” como protocolo básico de seguridad. “No sabes lo que pueda pasar, pero puedes evitar quedarte solo o sin apoyo,” comentó.

Kate Wentzler, quien estuvo en España durante el receso, reflexionó con tristeza: “Esto podría pasar en cualquier lugar.

No es solo una noticia, es alguien real que pudo estar en nuestras clases.” A pesar de la angustia, afirmó que seguirá viajando, pero con medidas estrictas.

Aubrey Coward, de farmacia, indicó que aunque no ha viajado internacionalmente, ha aprendido la lección: “Mis padres siempre me dijeron: no te vayas con desconocidos, mantente con tu grupo. Y ahora entiendo por qué.”

Desde este suceso, universidades en Estados Unidos han comenzado a implementar protocolos más estrictos sobre viajes estudiantiles.

Algunas exigen talleres obligatorios antes de permitir viajes internacionales y otras han creado alianzas con agencias para establecer planes de emergencia y comunicación activa durante la estadía.

Pero la historia se volvió aún más compleja con la presencia de un nombre clave: Joshua Riibe, estudiante de St. Cloud State University, quien fue la última persona en ver a Konanki antes de su desaparición.

Según los reportes, ambos permanecieron juntos en la playa hasta pasada la madrugada, mientras el resto del grupo regresaba al hotel. Las cámaras registraron su presencia hasta las 4:00 a.m.; dos horas después, Sudiksha ya no estaba.

Las declaraciones de Riibe ante las autoridades dominicanas generaron controversia por su inconsistencia.

En una versión aseguró que una ola los arrastró mientras conversaban en el mar; en otra, dijo que creyó que ella se había ido sola.

También afirmó que se quedó dormido en la arena. Su familia alegó problemas de traducción en las entrevistas, y días después, colaboró con la investigación en la escena, acompañado de agentes, y fue formalmente liberado del caso por las autoridades en la República Dominicana.

El estudiante fue autorizado a abandonar el país y, aunque su retorno no estuvo exento de complicaciones por el sello migratorio, logró regresar a Estados Unidos a través de Puerto Rico, donde fue retenido brevemente.

Finalmente, volvió a Rock Rapids, Iowa, donde fue recibido por su familia.

La madre de Joshua, Tina Riibe, confirmó que su hijo está emocionalmente agotado y no ofrecerá declaraciones públicas.

“Fue una situación muy triste. Josh está descansando,” dijo desde la entrada de su vivienda, y evitó confirmar si su hijo retomará sus estudios en el corto plazo. “Nos reservamos eso por ahora. Ha sido un viaje muy largo,” concluyó.

A partir de este caso, agencias de viaje, universidades y familias han comenzado a replantearse sus propios protocolos de prevención.

La recomendación general ahora es clara: mantener comunicación constante, viajar en grupo, evitar ambientes desconocidos en horas vulnerables y contar con planes de respaldo en caso de emergencia.

La desaparición de Sudiksha Konanki no solo dejó un vacío en su círculo cercano, sino que puso en evidencia una fragilidad que muchos estudiantes no consideran al salir de su país: la del peligro inesperado en medio del paraíso.

Las investigaciones en la República Dominicana siguen activas y no se descarta ninguna posibilidad, mientras la familia de Sudiksha continúa en el país, esperando respuestas.

Joshua Riibe
Sudiksha Konanki

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