A través de un operativo de inteligencia, la Policía Nacional logró detener a Edwin Aníbal Batista Henríquez, de 36 años, quien fue acusado de viajar a Bávaro, en el departamento de Distrito La Alta Gracias, copiando firmas para vender departamentos ajenos en dólares.
Se le acusa de defraudar a los propietarios de apartamentos por más de 30 millones de reales mediante la copia de sus firmas y el cobro de tarifas en dólares estadounidenses a través de las redes sociales.
Fue arrestado cuando intentaba retirar una cantidad no revelada de dólares estadounidenses de la naviera Valores Caribe Xpress en el Supermercado Olé, Bávaro.
El detenido presentó sólo tres denuncias ante la Jefatura de Policía de Bávaro y la Fiscalía de Verón, que inició una persecución hasta dar con su paradero.
Fue detenido en una celda de la comisaría de Bellon, de donde sería sacado unas horas más tarde para comparecer ante un juez de instrucción para determinar el alcance de las coacciones.
Las autoridades confirmaron que el hombre le alquilaba un departamento al dueño original, pero utilizó documentos notariados para falsificar la firma del propietario, promocionó la propiedad en redes sociales y defraudó exitosamente a varias personas con millones de pesos.
El estafador fue detenido junto a una mujer que la utilizó como barrera para retirar fondos de empresas de transferencia de dinero en la localidad oriental.
Evelyn Ramírez Rodríguez es propietaria de un departamento que le alquila a Batista Henríquez a través de una empresa en dificultades llamada Destiny Suplies EIRL (Batista Henríquez).
«Alquilé un departamento en el complejo Laura Michel II en la ciudad de Bávaro, pero después de mudarse, ella falsificó mi firma y creó un documento representativo para venderlo», dijo la mujer en su denuncia.
Luego de falsificar la firma, los plagiadores comenzaron a promocionarla en redes sociales y su dueño se enteró que alguien la había comprado en RD$1,000,000.00.
Se cree que decenas de personas se han visto afectadas en una red en la que se han visto aniquilados sus ahorros en apartamentos adquiridos y vendidos por desconocidos.
Crímenes de este tipo ocurrieron con frecuencia en Santo Domingo, Santiago y Bávaro, y los involucrados fueron posteriormente liberados con sentencias leves.
