SANTO DOMINGO.- En una entrevista para El Despertador, Magín Díaz, destacado economista y exdirector de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), analizó el panorama económico de la República Dominicana, destacando los logros en crecimiento económico y estabilidad macroeconómica, pero alertando sobre los retos estructurales que podrían comprometer el desarrollo sostenible del país.
Díaz reconoció que la economía dominicana continúa destacándose por su estabilidad y crecimiento sostenido. Hasta septiembre de 2024, el país creció cerca de un 5%, superando ampliamente el promedio de América Latina. Además, destacó que la inflación se encuentra bajo control, en torno al 3%, por debajo de la meta establecida por el Banco Central.
Sin embargo, advirtió que el crecimiento económico no está derramando beneficios equitativos a todos los sectores. “Es un crecimiento que genera desigualdad porque no mejora de manera significativa la calidad de vida de la población más vulnerable”, señaló.
El nivel de endeudamiento como amenaza
Uno de los puntos más críticos destacados por Díaz fue el alto nivel de endeudamiento público. Actualmente, los pagos de intereses representan una carga significativa en el presupuesto nacional con una media de crecimiento anual próximo al 20%, lo que le llevará eventualmente a equipararse al gasto en Educación. «La deuda pública crece a un ritmo de 5,000 a 6,000 millones de dólares al año. Es sostenible ahora, pero cada día se vuelve más restrictiva«, afirmó.
Díaz destacó que este nivel de endeudamiento limita la capacidad del gobierno para atender necesidades esenciales y advirtió sobre el riesgo de caer en una crisis fiscal si no se toman medidas correctivas.
Baja inversión en gasto de capital
Otro tema clave fue la insuficiente inversión en infraestructura pública, que actualmente representa cerca del 2% del Producto Interno Bruto (PIB), cuando debería estar entre el 4% y 5%. “La infraestructura existente se está deteriorando, y si no incrementamos la inversión, el crecimiento seguirá siendo de baja calidad”, explicó Díaz.
Además, destacó que este nivel de inversión es insuficiente para desarrollar sectores estratégicos como la educación, el transporte y la energía, los cuales son fundamentales para mejorar la competitividad del país.
Díaz enfatizó la urgencia de realizar reformas estructurales que fortalezcan la competitividad, mejoren la eficiencia productiva y diversifiquen los motores de crecimiento. Según él, el gasto público debe reorientarse hacia áreas que realmente impacten en el desarrollo sostenible, en lugar de seguir ampliando los programas asistenciales y el gasto corriente.
“Sin un ajuste significativo en la inversión pública y una reforma fiscal seria, el crecimiento económico seguirá dependiendo de factores externos, como las remesas y el turismo, en lugar de fomentar una economía más robusta y autosuficiente”, concluyó.