La prensa dominicana lamenta el fallecimiento del respetado comunicador Sr. Álvaro Aveiro Jr., conocido cariñosamente como “Alvarito”, luego de una valiente batalla contra el cáncer.
La noticia del fallecimiento de Álvaro Avillo Jr. fue confirmada en el Royal Medical Center, dejando un vacío en el ámbito comunicacional. Durante más de cincuenta años, este talentoso comunicador ha dejado una huella imborrable en la industria.
Álvaro Arvelo, apodado la «Enciclopedia Humana», es reconocido por su conocimiento enciclopédico de una amplia gama de temas que incluyen política, deportes, arte, cultura e historia. Es mejor conocido por su capacidad de liderazgo en el programa de radio “El Gobierno de la Mañana”, que se transmite de lunes a viernes de 5:00 a 11:00 am por la emisora La Z101.1 FM.
Además de su carrera televisiva, Álvaro Avillo es un conocido comentarista deportivo que trabaja con los locutores Tomás Troncoso y Gero Tueni. También dejó su huella en los periódicos dominicanos, escribiendo columnas para medios como La Nación, El Nacional y El Caribe, donde sus secciones «Cápsulas», «Tema Deportivo» y «Commentario de Cine» fueron ampliamente leídas y respetadas.
El comunicador también se distinguió desde muy joven (19 años) como presidente de la Federación Dominicana de Ajedrez (FDA). Publicó varios libros a lo largo de su carrera, entre ellos «Anécdota» en 1972 y «100 Temas Deportivos» en 1977.
Álvaro cofundó el programa «TV Deportes» en 1968 y en 1990 se incorporó al programa «El Gordo de la Semana» de Freddy Beras Goico. Entre sus frases célebres del programa «El Gobierno de la Mañana» se encuentran «Y…y…y». ..Hoy amanecimos…”, “¡Cuidado con la polla compai! ” y “¡Llévátelo Cundo! «.
Durante su vida recibió numerosos honores, entre ellos el Título de Caballero Duarte, Orden Sánchez Mera en 1979, y el título de “Hijo Benemérito de la Ciudad de Santo Domingo” por el Consejo Nacional de Municipios. En 2001, el expresidente Hipólito Mejía le otorgó la Orden del Comandante Duarte Sánchez y Mella.
La salida de Aveiro deja un vacío en la prensa dominicana y en quienes valoraron su riqueza de conocimientos y contribuciones a la comunidad comunicacional de República Dominicana.
