Un adolescente de 13 años falleció en el Hospital Infantil Regional Universitario Dr. Arturo Grullón de Santiago después de permanecer internado durante 14 días debido a una sinusitis crónica que, según denuncian los familiares, no recibió la atención médica adecuada ni oportuna, desencadenando una serie de complicaciones fatales.
Isaac Pérez Rodríguez, un joven deportista que practicaba karate y boxeo, y soñaba con convertirse en arquitecto, ingresó al centro médico el 24 de diciembre en estado delicado.
El padre de la víctima, Juan Ramón Pérez, denunció una serie de irregularidades en el proceso de atención, incluyendo retrasos significativos en la realización de estudios médicos cruciales.
El calvario comenzó cuando Isaac fue referido desde La Vega al Hospital Arturo Grullón presentando síntomas graves, como la imposibilidad de abrir los ojos y cerrar la boca.
“El niño está con su dolor quejándose y no le hacen nada, a las 11:00 van a sacarle sangre, me dicen que hay que hacerle una tomografía y yo mismo lo llevé”, relató el padre, quien describió cómo la condición de su hijo se deterioró rápidamente, perdiendo la movilidad en sus extremidades.
Según el testimonio de los familiares, se enfrentaron a múltiples obstáculos burocráticos.
La realización de una resonancia magnética, valorada en RD$50,000, se retrasó varios días debido a la falta de ambulancias y la espera por la aprobación del seguro.
“No se pudo y tuvimos que esperar que pasara el 24, el 25 y el jueves logramos que se la hicieran”, explicó el padre, quien además señaló que la intervención del caso solo se aceleró gracias a la intermediación de una diputada.
La situación se tornó crítica cuando finalmente se decidió realizar la intervención quirúrgica.
El padre denunció que durante la operación se tomaron decisiones sin su consentimiento: “Le dijeron que lo iban a drenar para extraer el líquido del cerebro, pero cuando intentó drenarlo, el cerebro se iba a disparar por el hoyito… sin permiso mío, le levantó el hueso”.
En sus últimos momentos conscientes, Isaac suplicaba por su vida.
“Mami, no me dejen morir”, fueron algunas de sus últimas palabras, según relató su padre, quien ahora exige justicia y una investigación exhaustiva del caso.
“Alguien tiene que pagar, alguien tiene que responderme a mí, no solo para satisfacerme a mí, es para que no pase otra madre ni otro padre o niño por lo que yo estoy pasando ahora”, manifestó entre lágrimas.
Los restos de Isaac fueron velados en el sector El Caimito Afuera de La Vega, donde la comunidad se unió al dolor de la familia.
La familia ha hecho un llamado directo a las autoridades, incluyendo al presidente de la República, solicitando no solo la suspensión del personal médico involucrado, sino también la cancelación de sus licencias y posibles consecuencias penales.
Hasta el momento, las autoridades del centro hospitalario no han emitido comentarios oficiales sobre estas graves acusaciones, mientras la comunidad y familiares exigen una investigación transparente que esclarezca las circunstancias que llevaron a la muerte del joven.
