Nadie es perfecto y todos estamos equivocados, especialmente cuando se trata de la educación de nuestros hijos. Incluso si de vez en cuando también cometemos errores en la educación de los niños, es importante ser conscientes de esto y hacer todo lo posible para no repetirlos.
Aquí hay 5 errores que cualquier padre debe evitar. Este estilo de educar a los niños implica una asociación entre padres e hijos basada en el respeto mutuo, sin castigos ni acusaciones. El padre es el maestro de los niños, pero también su alumno. Los niños aprenden de los padres, y los padres aprenden de los niños, aumentando así la conexión entre ellos.
1. No son lo suficientemente firmes
Muchos padres tienden a poner las necesidades y deseos de sus hijos por encima de los suyos, a veces como resultado de las relaciones que tuvieron con sus propios padres en la infancia, a veces por temor a una crisis emocional por parte del niño. «Demasiado lindo» significa la pérdida de poder.
Las necesidades y deseos de los padres no son menos importantes que los del niño. Cada uno debe respetar las necesidades y deseos del otro. La palabra clave es equilibrio.
2. Asumo que la empatía cambiará el comportamiento del niño
Decir «las palabras correctas» no cambia el comportamiento del niño, sino que lo manipula, y en algún momento ya no funcionará. Puedes cambiar tu comportamiento respondiendo con calma, firmeza, con respeto, sin culpar.
De esta manera, puede moldear el comportamiento de su hijo y mostrarle cómo mantener el autocontrol. El niño se da cuenta de que es comprendido y seguro.
3. Asumo que son responsables del comportamiento del niño
El comportamiento del niño no es algo de lo que los padres son responsables y para lo cual deben encontrar soluciones.
Es deber del niño encontrar soluciones a sus problemas. El trabajo de los padres es guiarlo en la búsqueda de una manera de resolver sus problemas.
Cuando el padre se hace cargo de los hermanos, sus emociones entran, y cuando trata de tener control sobre algo que no puede, de hecho, dominar, pierde los estribos y reacciona erróneamente. Esta cadena de debilidades conduce a un comportamiento inapropiado del niño.
4. Quieren darle una lección
Cuando el niño hace algo mal, en el caos creado, los padres asumen que si no gritan y no castigan exactamente entonces, el niño no entenderá que ha hecho mal. De hecho, en el vórtice del momento, nada es efectivo.
Espere hasta que tanto las emociones y los nervios de su hijo como los suyos se calmen. Sólo entonces el niño será receptivo, te escuchará y entenderá lo que tienes que decir. De la misma manera entenderás más fácilmente lo que tu hijo te transmitirá.
5. Están atrapados en viejas creencias: crítica, culpa, castigo
La mayoría de los que los rodean tienen estas viejas creencias, para criticar, para culpar a los demás, para castigar. Lo importante es salir de ellos y cambiar. Incluso si caes en la trampa, nadie es perfecto. Y no lo olvides: el niño tiene un problema, no es un problema.