El presidente de República Dominicana, Luis Abinadel, ha expresado su preocupación por la seguridad nacional en medio de la creciente crisis en Haití y aseguró que el primer ministro haitiano, Ariel Henry, no es bienvenido por razones de seguridad.
Una declaración del gobierno decía en parte: «Esta declaración llega en un momento de tensión y violencia en Haití, donde las pandillas desafían la autoridad del gobierno y complican aún más la situación política y social en la región».
En entrevista con el Financial Times, Abinader explicó que dada la situación actual no creía apropiado que el Primer Ministro haitiano se presentara en República Dominicana, diciendo que la decisión era para salvaguardar la seguridad nacional.
También enfatizó que la crisis en Haití no es sólo un desafío humanitario, sino que también representa una amenaza directa a la estabilidad y seguridad de República Dominicana.
Asimismo, reiteró que desde el reciente aumento de la violencia, República Dominicana cerró su frontera terrestre de 390 kilómetros con Haití e impuso estrictas restricciones al movimiento de mercancías.
En la citada entrevista, el presidente dominicano lamentó la falta de gobierno y autoridad en Haití, calificando la situación de seguridad como «totalmente insostenible», principalmente en el sur de Haití y Puerto Príncipe.
Para ello, el presidente dominicano volvió a llamar a la comunidad internacional a trabajar en conjunto para apaciguar a Haití y desarrollar un plan factible para unas elecciones democráticas, afirmando que sin un gobierno legítimo y una reducción significativa de la violencia, el proceso electoral no se logrará.