José Antonio Figuereo Bautista, conocido como «Kiko la Quema», fue reconocido por el Estado en el distrito Cambita Garabitos de San Cristóbal. El asesinato policial generó emociones encontradas entre vecinos y familiares del fallecido.
Su hermana, Míriam Figuereo Bautista, expresó sorpresa y dolor por la muerte de su hermano. «En realidad, no esperaba que mi hermano muriera así, realmente no lo esperaba».
Las autoridades identificaron a Kiko como líder de una banda criminal en la región de Cambita dedicada al narcotráfico, tráfico de armas y sicariato. Está en la lista de los más buscados del país desde noviembre, e incluso el presidente Luis Abinader lo llamó públicamente a entregarse.
Cesarina Figuereo dijo: «Él tomó decisiones sobre su vida y todo se salió de control. No tiene nada que ver con su camino porque hasta en las familias más educadas hay muchos delincuentes». ellos (la familia) solos mientras se esperaba la muerte de su hermano.
Dijo que hasta el momento no ha derramado ninguna lágrima y que su funeral se realizará en el cementerio municipal.
El enfrentamiento que finalmente derivó en la muerte de Figuereo Bautista ocurrió durante la Operación Montaña, un operativo policial destinado a desmantelar la estructura criminal que lideraba. Destaca en expedientes policiales por su presunta participación en delitos como la muerte de Alejandro Medrano Colón.
Mientras que algunos residentes lo consideran un «Robin Hood» local que ayuda a mantener el orden en la comunidad, otros están viviendo una verdadera pesadilla debido a la acción policial en curso y la presión de las autoridades.
Tras su muerte, la seguridad de Cambieta se reforzó ante el temor de posibles represalias por parte de seguidores del presunto narcotraficante. Hubo muestras de duelo en los alrededores del hospital municipal donde fue retirado el cuerpo y hubo algunos enfrentamientos con los medios de comunicación que cubrieron el incidente.
El cuerpo será sepultado en la comunidad La Torre del municipio de Cambita Garabitos, en la casa de la madre del fallecido.
Cuando se anunció el hecho el pasado viernes por la noche, seguidores de José Antonio, de 45 años, encendieron velas y lloraron para que se llorara su muerte.
El cuerpo de Figuereo Bautista fue trasladado a Santo Domingo para la correspondiente autopsia bajo custodia del Instituto Nacional de Medicina Forense (Inacif), abriendo así un capítulo más en la lucha contra el crimen organizado en la región.
