SANTO DOMINGO.- Familiares de algunos jóvenes que fallecieron durante un intento delictivo de robo en el kilómetro 32 de la Carretera Pedro Brand Duarte a manos de quienes huyeron tras el crimen sintieron dolor e impotencia.
Las muertes de los jóvenes Javier Hernández y Joselo Gómez Jiménez han dejado a la comunidad El Brisal consternada por la pérdida de dos jóvenes ejemplares.
Así describen lloró tristemente Javier Hernández, de 27 años, el menor de seis hermanos, cuyos familiares viven a 20 kilómetros de distancia en la comunidad El Brisal de la calle Trinitaria.
Tanto los trabajadores jóvenes como los evangélicos han dejado un vacío irremplazable en sus comunidades.
El duelo se extiende también a la calle Padre Castellanos, donde familiares de otro joven, Joselo Gómez Jiménez, de 38 años, dejaron huérfanos a cinco niños.
Al describirlo como un hombre muy feliz y querido, lleno de impotencia, dijeron no entender la causa de tanto mal y exigieron a las autoridades investigar y brindar justicia por tantos crímenes en el país.
Las comunidades afectadas por la violencia y las familias de las dos víctimas quedan en agonía, negándose a aceptar la realidad pero exigiendo justicia.
Ambos jóvenes evangélicos fueron descritos como modelos de bondad hacia la comunidad, pero frustraron a familiares, amigos y vecinos.
Las demandas de justicia resuenan en las calles, mientras se insta a las autoridades a arrojar luz sobre estos trágicos acontecimientos.
El portavoz de la Policía Nacional, Diego Pesqueira, dijo que los jóvenes viajaban en motocicletas cuando fueron abordados por personas con intenciones delictivas.
La violencia escaló rápidamente, resultando en la muerte de Hernández de Jesús en el lugar y la muerte de Gómez Jiménez camino a un centro médico cercano.
La noticia de este trágico incidente provocó una fuerte respuesta en La Guayiga y áreas vecinas, y la comunidad local expresó su profundo pesar y conmoción.
Javier y José Manuel, conocidos cariñosamente como Javier y Joselo, son muy apreciados por su integridad, fe e impacto positivo en el medio ambiente.
Actualmente, los departamentos pertinentes están llevando a cabo una investigación seria sobre el caso, tratando de descubrir la verdad e identificar a los perpetradores.
El incidente resalta los desafíos de seguridad que enfrentan algunas comunidades dominicanas y el dolor que la violencia causa a las familias y comunidades afectadas.
Mientras tanto, la comunidad de Brissal está unida de luto y uniéndose para conmemorar no sólo las circunstancias de la muerte de Javier y Joselo, sino también sus vidas de servicio y fe. Este triste incidente pone de relieve la urgencia de tomar medidas concretas para mejorar la seguridad y proteger a los ciudadanos en su vida diaria.
